Despertamos muy tarde, cerca de eso de las 12:30 p.m., fui a recoger a Charmander que de nuevo estaba a su 100%, almorzamos apresuradamente y nos dirigimos al Bosque Verde, lugar que nos separaba de la Ciudad Plateada y por lo tanto de mi primera Medalla.
Caminamos un buen rato, siempre alertas por cualquier cosa que se pudiera presentar por el camino, ya sea otro ataque de un pokémon salvaje o un Steven sediento de venganza.
Pasamos cerca de un lago muy bonito, lleno de varios pokémon salvajes como Poliwrats o Psyducks, uno que otro Magikarp y en una ocasión me pareció ver un Gyarados…, pero no estaba seguro así que continuamos avanzando.
Eran las 3 cuando nos detuvimos a comer algo y a descansar un rato, así que saqué a Charmander de su Pokébola y nos sentamos a almorzar unas bayas y unas fresas de unos arbustos cercanos.
Retomamos nuestro camino cerca de las 4, al parecer cada vez más cerca del Bosque Verde y de nuestra primera medalla, pero de pronto comenzó a chispear débilmente y nos detuvimos un momento por si empezaba a llover, pero como no pasó, continuamos.
Eran cerca de las 7 cuando por fin divisamos el bosque: era bastante espeso y apenas se podía ver, aún con la ayuda de la cola de Charmander. Decidiendo que no tenía caso continuar a ciegas, paramos en la linde del bosque a montar un refugio, una fogata que hizo Charmander y unos plátanos que trajo Pikachu de quién sabe dónde.
Descansamos y poco a poco Charmander se fue durmiendo junto con Pikachu, que estaban bajo el árbol donde nos encontrábamos, apoyados en una raíz que les servía como una almohada, pero yo no podía dormir: me angustiaba lo que nos podría pasar dentro del bosque, porque corría el rumor de que era muy duro, sin mencionar lo salvaje y peligroso que se volvía.
Eran cerca de las 10 cuando, finalmente, la fatiga me venció.
Mapa de Kanto
Mapa que muestra la ruta que he de seguir en esta región.